11 de abril de 2012

LOS INDIGNADOS, LA REVOLUCIÓN y NOSTRADAMUS

ROMA
Continúan apareciendo noticias que se asemejan a las visiones de Nostradamus. Según el famoso vidente los tiempos anteriores a la tercera conflagración mundial (o como él lo menciona, "tercera edad a Marte el belicoso") estarán marcados por los signos de la revolución.

Revolución, una palabra que hace tan solo dos años nos hubiera sonando solo a tiempos pretéritos, vuelve a sonar con fuerza aunque ahora se la recalifica como el movimiento de “los indignados”. Movimientos de todo el mundo, con protestas multitudinarias en Madrid, Barcelona, Tokio, Sidney, Auckland, Kuala Lumpur, Buenos Aires, Santiago de Chile, Los Ángeles, São Paulo y un largo etcétera de 951 ciudades en 82 países, atrona los oídos de los que gobiernan el mundo.

Y no debemos olvidar que el movimiento revolucionario que pide cambios se inició en la cuenca mediterránea y en concreto en los países árabes del norte de África. Unas poblaciones que se levantaron contra sus dictadores y que ahora tratan de formar nuevos gobiernos. El problema es que los países regidos por dictadores suelen tener a su propio pueblo sojuzgado, carente de libertad; pero las dictaduras también tienen un lado bueno, aunque nos cueste reconocerlo, la mayoría de ellas proporcionan estabilidad política a sus naciones. Una vez desaparecido el tirano, las naciones se desgajan en facciones enfrentadas según sus propios intereses, abriéndose una peligrosa etapa de transición que puede durar años. Durante dicha etapa hay muchas probabilidades de que pequeños grupos de extremistas muy unidos se hagan con el poder. Algo similar ocurrió con el partido Nazi de Hitler, que supo capitalizar el descontento social fruto de la crisis económica que vivía Alemania, para alzarse con el poder absoluto.

NUEVA YORK
En estos momentos las poblaciones de países del Magreb como Túnez y Egipto o de la península arábiga como Yemen, luchan para impedir que las facciones del Islam más radical logren instaurar la anacrónica Ley Islámica. Si esto ocurriera, podríamos estar ante el principio histórico de la mayor parte de las descripciones que aparecen en las profecías de Nostradamus, descripciones en las que nos advierte que habrá un nuevo conflicto entre las dos orillas del Mediterráneo promovido por el radicalismo interreligioso.

Por tanto hemos de reconocer que en cuestión de una década han aparecido los tres ingredientes que tanto menciona Nostradamus en sus cuartetas: crisis económica, revolución y radicalización del Islam. También resulta paradójico comprobar que los países que según Nostradamus iniciarán ese tercer conflicto mundial en aguas del Mediterráneo (Irán, Siria, Irak, Yemen, Libia, Túnez, Egipto y Argel) están actualmente sufriendo fuertes crisis y que algunos como Irán están en confrontación directa con Occidente, mientras que otros como Yemen están surgiendo como un auténtico vivero de terroristas de Al Qaeda.
MADRID (PLAZA SOL)
Podemos considerar que todos estos son signos preocupantes, aunque no concluyentes, para el experimento que nos traemos entre manos. Solo si se desencadenara el mencionado conflicto, podremos ir comprobando las cuartetas de Nostradamus con los hechos históricos que sucedan en cada ciudad del Mediterráneo. Como el propio Nostradamus advirtiera en la carta a su hijo Cesar "aunque las cuartetas están desordenadas cronológicamente, podrán interpretarse los vaticinios atendiendo a los nombres de lugar" (las ciudades, los países…).

REVUELTAS ÁRABES Y EL PELGRO DEL ISLAM RADICAL